Qué ver en la Ribeira Sacra (Galicia): Ruta entre viñedos y monasterios

La Ribeira Sacra es uno de esos lugares que sorprenden. No solo por lo espectacular de sus paisajes, sino porque, a pesar de su belleza, sigue siendo un destino relativamente poco conocido fuera de Galicia. Cañones de vértigo, monasterios escondidos entre montañas, viñedos que desafían la gravedad y pueblos que parecen detenidos en el tiempo. Si estás pensando en una escapada diferente por el norte de España, toma nota: aquí te cuento qué ver en la Ribeira Sacra y cómo organizar una ruta que combina naturaleza, historia y vino.

¿Dónde está la Ribeira Sacra y por qué deberías visitarla?

Situada entre las provincias de Lugo y Ourense, la Ribeira Sacra es una comarca que se extiende a lo largo de los ríos Sil y Miño. El nombre no es casual: aquí se conserva una de las mayores concentraciones de monasterios medievales de toda Europa. Pero lo que realmente impresiona es el entorno: viñedos en terrazas que cuelgan de pendientes imposibles, cañones profundos que parecen sacados de otro planeta y una tranquilidad que se contagia.

Es un destino perfecto para hacer una ruta en coche o en moto de varios días, ideal si te gusta descubrir lugares auténticos, poco masificados y llenos de historia.

Nuestra ruta por la Ribeira Sacra: qué ver y hacer

A continuación, te propongo un itinerario circular que puedes hacer en dos o tres días, según tu ritmo. Es solo una guía: lo bonito de la Ribeira Sacra es perderse un poco.

1. Monasterio de San Pedro de Rocas

Empieza fuerte: este monasterio del siglo VI está parcialmente excavado en la roca y rodeado de un bosque frondoso que parece encantado. Se dice que es el monasterio más antiguo de Galicia, y el lugar tiene una energía muy especial. Ideal para los que buscan sitios con historia y silencio.

2. Los miradores de los Cañones del Sil

Subiendo por carreteras serpenteantes, llegamos a uno de los platos fuertes del viaje: los miradores sobre los cañones del río Sil. Algunos de los más espectaculares son:

  • Cabezoás, con una panorámica amplia y accesible.
  • Vilouxe, algo más escondido, pero increíble al atardecer.
  • A Cividade, con vistas que te dejarán sin palabras.

Mi consejo: lleva tiempo de sobra y ve parando sin prisa. Cada curva puede regalarte una postal.

3. Paseo en catamarán por el Sil

Ver los cañones desde arriba es impresionante, pero desde abajo es otra historia. Hay varias empresas que ofrecen paseos en catamarán por el río Sil, navegando entre paredes verticales cubiertas de viñedos. Es una experiencia muy relajante y perfecta para entender la escala del paisaje.

Suele durar poco más de una hora y es recomendable reservar con antelación, sobre todo en verano.

4. Ruta del vino: bodegas con vistas

La viticultura heroica de la Ribeira Sacra se llama así por algo: los viñedos crecen en laderas tan empinadas que muchas veces solo se puede acceder a pie. Aun así, de aquí salen algunos de los vinos más interesantes de Galicia, sobre todo tintos de uva Mencía.

Te recomiendo visitar al menos una bodega. Algunas con encanto especial:

  • Algueira, en Doade: trato familiar y vinos excelentes.
  • Regina Viarum, más grande pero con un mirador espectacular.
  • Abadía da Cova, sobre el Miño, con un paisaje de postal.

Las catas suelen incluir vistas increíbles, así que tómate tu tiempo.

5. Santo Estevo de Ribas de Sil

Uno de los monasterios más imponentes de la Ribeira Sacra es hoy un parador de turismo. Aunque no te alojes allí, merece la pena visitarlo: su claustro es precioso, y desde los jardines hay unas vistas sobre el bosque que invitan a quedarse.

6. Castro Caldelas: un pueblo con alma

Este pequeño pueblo coronado por un castillo medieval es una parada perfecta. Calles empedradas, casas de piedra, y una calma que te atrapa. Si tienes suerte, coincide con alguna de sus fiestas locales y puedes probar las bicas, un bizcocho tradicional delicioso.

7. Monforte de Lemos: fin de ruta

Terminamos en Monforte de Lemos, una ciudad tranquila pero con mucho que ver: el monasterio de San Vicente del Pino, el convento de las Clarisas (con un museo sorprendente) o simplemente un paseo por su casco histórico. Es también un buen lugar para dormir si haces la ruta en varias etapas.

¿Cuándo visitar la Ribeira Sacra?

Aunque se puede visitar todo el año, los mejores meses son la primavera y el otoño. El clima es agradable, hay menos turistas, y en otoño los viñedos se tiñen de rojo y naranja, creando un paisaje increíble.

Dónde comer y dormir

En cuanto a comida, Galicia nunca decepciona. Busca restaurantes familiares o casas rurales que ofrezcan cocina local: pulpo, empanadas, ternera gallega, y por supuesto, vino de la zona.

Para dormir, hay muchas casas rurales con encanto, pequeños hoteles y el ya mencionado parador. Lo ideal es alojarse en un punto intermedio y moverse desde ahí.

Consejos prácticos

  • Lleva coche o moto: el transporte público es escaso.
  • Algunas carreteras son estrechas, así que conduce con calma.
  • Reserva visitas a bodegas con antelación.
  • Lleva calzado cómodo, sobre todo para los monasterios y senderos.

La Ribeira Sacra es ese tipo de lugar que te hace bajar el ritmo y mirar el paisaje con otros ojos. No tiene grandes monumentos ni ciudades famosas, pero sí algo más valioso: autenticidad, belleza natural y una conexión profunda con el pasado.

Si buscas un viaje diferente por España, lejos del turismo de masas, lleno de historia, naturaleza y buen vino, la Ribeira Sacra te va a encantar.

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